Seguidores

miércoles, 31 de octubre de 2012


Capítulo 3: Las lágrimas de una flor.

Horas antes. En un sitio lujoso, donde servían el típico té antiguo de los ingleses. Él, se encontraba en el patio, sentado en una silla con bonitos adornos, de color blanco y detalles dorados; la mesa era redonda y grande; en medio de está había una sombrilla que hacía que le tapase del cálido sol.
El dulce aroma del té le hacia la boca agua, pero debía esperar unos minutos, aún seguía ardiendo. La taza era preciosa, con forma de flor y de un color blanco roto.

Lirfo, analizaba las páginas blancas del gran libro de Rick, suponiendo que éste se lo regaló para no tener que cargar con el, aun así Lirfo sabía que no le pertenecía por mucho que le digiera que se lo hubiera dado.

- Está bajo un hechizo muy poderoso… Es increíble.- se le iluminaron los ojos.- Creo que necesitó algunos materiales para adivinar que esconde éste libro.- cogió el vaso de té con cuidado, y se lo bebió tranquilamente mientras saboreaba la brisa chocar contra su rostro.

Dejó unas monedas de oro encima de la mesa y se largó con viento fresco. No paraba de quitar la mirada al libro, descubrió algunos hechizos muy poderosos, pero había algunas partes que no sabía cómo descifrarlas.

De repente, notó como alguien chocaba contra él. Estaba a punto de caer contra el suelo pero alguien le sujeto de la muñeca, ayudándole a incorporarse. Alzó la vista y observó a Naol y a Becker, éste último se encontraba tirado en el suelo.

- ¿A dónde ibas tan acelerado, Lirfo?- preguntó Naol con amabilidad.

Éste se fijó que Naol sostenía entre su hombro una gran bolsa donde se podía distinguir algunos vegetales: nabos, zanahorias, lechuga, tomate, patatas… Después dirigió su mirada confusa a Becker, quien seguían en el suelo; al parecer Becker llevaba una bolsa con recargas para las armas que ahora yacía esparcidas por el suelo.

- Iba a una tienda de magia.- ofreció su mano para ayudar a levantar a Becker.- ¿Y vosotros?

- Antes de que me tirarás,- comentó Becker mientras se sacudía el polvo que se le pego tras la caída.- Nos dirigíamos al campamento para guardar las municiones.- susurró esto último.- Ya sabes que las armas de fuego están prohibidas… como está prohibido mencionar el nombre verdadero del gran…

- ¡Shh! ¿Quieres callarte ya? No ves que no estamos seguros si hablas de esas cosas por aquí.- Naol le pegó suavemente en la nuca para que se callará.- Además, Lirfo ya sabe todo relacionado de ese tema.

- Aunque,-interrumpió el elfo.- sigo sin comprender el porqué del nombre de la oscuridad esté prohibida.

- ¡Ya decía yo que los elfos no lo sabíais todo!- gritó enérgicamente Becker.

- Baja la voz.- ordenó Naol.- Sabes que se dicen que si le nombras por su verdadero nombre, él mismo vendrá a buscarte y arrasará en la ciudad o lugar dónde te encuentres… Causando una gran desgracia…

- Como una maldición.- musitó el elfo.

No tardaron mucho en finalizar la conversación e irse a la tienda de magia más cercana. Mientras Lirfo compraba lo necesario, Naol y Becker le esperaban en la entrada. Era curioso que los rebeldes se comportaran tan bien con Lirfo, ya que supuestamente entre el tema de la oscuridad y demás, los humanos estaban algo apartado a las criaturas como ellos.

Lirfo seguía pensando en el libro y en lo agradable que se habían comportado aquellos dos mientras salía de la tienda.

- ¿¡Qué has comprado para tardaras tanto!?- Becker se quejaba mientras se acercaba a Lirfo y le arrebataba la bolsa para observar en su interior.

- ¡Becker!- gritó Naol.- ¡No debes ser tan maleducado!- Tal velocidad que tuvo que nadie se dio cuenta de cómo le quitaba la bolsa de las manos de Becker para entregársela a Lirfo.

- Gra-Gracias… ¿Os… os puedo hacer una pregunta?- comentó Lirfo

- Claro.- respondió Becker. Lirfo miró a Naol para buscar su respuesta, y éste asentía a su pregunta.

- ¿Por qué sois tan majos conmigo? Haber, lo que quiero decir soy un elfo… Y algunos de los humanos normalmente os sentís intimidados hacia nosotros, los monstruos…

- ¡Lirfo!- Becker apoyó su codo encima del hombro del elfo.- Nosotros no somos así, tú lo has dicho: algunas personas. Hasta ya hay ciudades donde toda especie viven juntas.

- Solo que algunos prefieren proteger a los suyos, recuerda en Widox, se trataban como una manada, unidos y protegiéndose. Además, yo pienso que en momentos como esto es mejor estar unidos con cualquier ser, pero cuando acabemos con la oscuridad todo pasará.- Terminó Naol.

Lirfo se limitó a sonreír, al fin al cabo no fue mala idea unirse al grupo de Rick. Abrió la boca para decir algo pero justo, en ese momento, se tambaleó el suelo.

<< ¿Un terremoto, aquí? >> Se preguntó.

La comida de los puestos del mercadillo se cayeron al suelo, la gente se alteraba, gritaban como locos e intentaban correr.

Cuándo pareció cesar el terremoto, se oyó una explosión. Un gran vendaval se originó por todas las calles de Halkia, ahí fue como el elfo entendió lo que pasaba.

Naol y Lirfo aún se mantenían en pie, como si nada hubiera pasado; Becker, tenía un aire a Rick, era muy torpe, por lo tanto volvió a caer de culo al suelo.

- ¡Diantres! ¿Qué ha sucedido?- preguntó Becker mientras se volvía a levantar.

- Habrá algún tornado cerca.- Parecía que Naol lo afirmaba, pero le dio una entonación como se tratase de una pregunta.

- No. Ha sido Rick, me lo ha dicho el viento.

Se percató de las caras confusas que se le originaron a ambos. Lirfo alzó las dos cejas mientras movía sus dos largas orejas como si no entendiese nada, hasta que comprendió que ellos no sabían el don que tenía.

- Esto, veréis. Mi pueblo, todos son conocido por dominar las artes oscuras. –llamándolo de otra manera: magia. Pero, todos con cabellos plateados u grises tenemos el don que los dioses nos han otorgado, el escuchar el viento. Pasa lo mismo con los elfos, peli-azules, pelirrojos, y demás… Cada “clan”, por llamarlo de una manera; contiene su don divino de los dioses.

- De esa manera comprendiste lo que ha pasado, ¿es así?- pregunto seriamente Naol.

- Pero, Rick es demasiado bobo para manejar también el viento… ¡Además es hijo de Thunder! Lo que quiere decir que solo sabe controlar las corrientes eléctricas…- Confirmaba el sheriff.

- Becker, tú también te pareces mucho a Rick.- comentó Naol con los ojos cerrados como si estuviera pensando.

- No sé cómo se las ha apañado para hacer explotar una nave y formar aquel viento… Pero necesita ayuda. ¡Vayámonos! – Lirfo no dejó tiempo para que los otros contestaran y salió disparado al origen de la explosión. Era su amigo, el primero que quiso que él estuviera en aquel grupo y debía ayudarlo.
Mientras los otros dos seguía a Lirfo, en un callejón no muy lejos salía una sombra. Iba encapuchado por una capa marrón y tenía unas orejas puntiagudas que se le sobresalían por la capucha. Observaba como Lirfo y los demás se iban marchando a toda velocidad y eso, hizo que se le dibujara una sonrisa mostrando unos grandes colmillos.

- Pronto nos volveremos a encontrar… ¿No me digas que no estas emocionado por volverle a encontrar?- preguntó el encapuchado con orejas puntiagudas.

- Grr.- A su lado, emitiendo un gruñido, salió otra persona con la misma capa. La única diferencia era que éste era el doble de tamaño.


*          *          *

La bola de fuego se acercaba lentamente lo que hacía que pudieran evitar el ataque fácilmente.
Se habían separado, Toby a un lado y Rick al otro. Rick sostenía entre sus manos la gran y enorme espada echando pequeñas chispas eléctricas. Se acercó corriendo hacia Ashtad, pero ella, antes que la pudiera golpearla; se apoyó en los hombros de Rick y le saltó colocándose a sus espaldas y propinándole una gran patada en la espalda, haciendo que Rick cayera al suelo.

Toby, al ver a su amigo en apuros, se abalanzó hacia la mujer de fuego pero Recius, se interpuso.

- ¡Tú fuiste quién me golpeaste con la sartén y quién me arrebató mi trono!- masculló Recius.

- Jeje, cuánto tiempo.- Su risa era amargada y no dudo en echar a correr hacia la puerta más cercana.

- ¡No huyas renacuajo!

- ¡No me persigas! ¡Por los dioses, sí qué es rencoroso!

Mientras Toby huía de Recius y éste le perseguía. Ashtad se sentó sobre la espalda del joven Redfrod.

- No debisteis interponeros en la pela con mi hermana.- decía mientras sacaba un puñal de la manga.- Y no debiste calcinar mi preciosa arma.- Echo un largo suspira, empezó a rozarle con el puñal, rompiendo la camisa y provocándole pequeños cortes.- Me encanta el olor de la sangre y sobre todo el de la muerte.- Rick intentaba no gemir por aquel dolor que le provocaba al tocarle con la yema del dedo, húmeda; sobre la herida.

En ese momento se le pasó una idea por la cabeza, soplo fuerte y provocó un cosquilleo sobre todo el cuerpo, a pocos segundos empezaba su cuerpo a emitir grandes chispas. Cerró los ojos con fuerzas por sí le iba a doler y utilizó toda su energía en formar una corriente eléctrica sobre su cuerpo, lo que hizo que Ashtad saltará electrocutada.

- Mierda.- se observó su cuerpo y se fijó en algunas quemaduras.

Rick corrió de nuevo en su dirección, saltó sobre ella y con la mango de la espada la golpeó en la zona trasera de la rodilla, haciendo que perdiera el equilibrio el enemigo, pero al caer su cuerpo se convirtió en fuego y desapareció.

- A eso lo llamó yo un clon de fuego.- susurró cerca de su oído.

Rick se giró rápidamente, pero Ashtad le recibió con un rodillazo en su vientre. Rick salió disparado, la mujer había incrementado un gran poder en estos últimos días. Chocó contra el duro y hueco metal de la pared. Se volvió a preparar -dificultosamente por las heridas-  para atacar pero cuándo se volteó y llegó al mismo lugar de antes, Ashtad había desaparecido. Pocos segundos después, notaba como una fina hoja de una navaja se encontraba justo a milímetros de su cuello, haciéndole un pequeño corte donde se derramaba una gota de sangre.

De repente, sonó algo chocar contra el viento y originar el sonido de un silbido. Antes de que la Pertigión pudiera voltearse, notó como algo violentamente chocaba contra su espalda. Empezó a gritar como si fuera un gato y soltó a Rick, llevándose uno de las manos hacia la espalda.

Rick cayó al suelo de rodillas, respiraba agitado por pensar que estaba a punto de morir, después echo una mirada a su salvador, y ahí estaba él, con su arco y su brillante armadura plateada, Silker. Pocos segundos después aparecieron detrás de él todos sus compañeros: Kristal, Dereck, Lirfo, Naol y Becker.

- Esto marcha de mal en peor.- gruñó Ashtad.- ¿¡Dónde está el estúpido de Recius!? Uhm. No tengo remedio, debo empezar el Plan B.- alzó los brazos hacia el cielo y empezó a gritar- ¡Pequium de los cielos, te ordeno que elimines a todo mortal que se encuentre por estas zonas!- Y, acompañado con una risa malévola, despareció entre el fuego.

Rick puso los ojos en blanco y de inmediato observó a Shiva. Su cuerpo empezaba a dirigirse hacia donde hace unos momentos se encontraba Ashtad. Mientras andaba lucía toda su belleza, sus cabellos rubios flotando por los aires, sus ojos completamente brillantes y morados, y su forma de andar tan elegante.

Cuando llego al lugar, estiró su brazo derecho hacia el techo y de la palma de la mano salió un rayo blanco disparado a una rápida velocidad, causando el derrumbamiento del techo de la nave. Aquel rayo iba aumentando de tamaño, convirtiéndose en un pilar de luz con un gran poder dónde cuyo interior se encontraba la Pequium de los cielos.

*          *          *

Toby se metió en seguida en una de las habitaciones de cuyas puertas estaban atascadas y rotas. Al entrar se fijó en aquella sala, adornado con pétalos de flores, las paredes de colores alegres, para nada comparado con la sala principal oscura y tenebrosa, no, está tenía un aura cálido.

Se percató de un enorme huevo echó de pétalos, se acercó a él con cuidado y lo tocó delicadamente. Tenía un tacto suave y le resultaba familiar. Cerró los ojos e intentó pensar.

- ¿Leiya?- preguntó Toby en un susurro.

De repente, los pétalos empezaron a caer en el suelo, una vez que tocaban el suelo desaparecían como si fuesen unos polvos rosa. En el interior de aquella cápsula se hallaba una niña, de cabello semi-largo, lacio y rojo, unos ojos enormes y azules grisáceos, era ella, era Leiya.

- ¿Toby? ¡Has venido!- saltó a los brazos de él y rompió a llorar.- Siempre supe que vendrías a ayudarme.

- Es-estabas aquí… ¡Rick es idiota, te podría haber matado! ¿Estás bien, no te ha pasado nada?- Leiya se apartó de él lentamente y negó con la cabeza.

- Tranquilo, las flores me dijeron que me creará un escudo a base de ellas y así fue lo que hice.- sonrió.

Toby se ruborizó, algo en su interior empezaba a arder y aquel sentimiento fue  más fuerte que la última vez.

- ¡Tenemos que irnos! ¡Recius me estaba…!

- ¡Aquí está!- Recius golpeó bruscamente la puerta y saltó sobre los niños.

Éstos se agacharon y le esquivaron. Toby agarró con fuerzas la mano de Leiya, esta vez le sería de ayuda, nadie podrá volvérsela arrebatar. Corrieron con todas sus fuerzas, para cuando llegaron a la puerta donde entro la primera vez Toby, se fijaron que esta no se abría.

- Mierda. ¿¡Por qué no va!? ¡Ya entiendo por qué odian las nuevas tecnologías, porque no hacen más que fallarte!- se alteró el pequeño rubio.

- Hazte a un lado.- Leiya echó a Toby hacia atrás.

Hizo un brusco movimiento con los brazos, juntó ambas mano y formó una especie de cuenco. Con los dedos, hizo que parecieran los pétalos de una flor, y así era: los antebrazos era el tallo, las manos la corona y los dedos hacían de pétalos. Su cara expresaba seriedad, Leiya había madurado, o eso parecía. En aquel hueco que dejó entre las manos, se formaron varios pétalos. Respiró y lanzó todos los pétalos a la puerta. Éstos se clavaban tan violentamente que parecían cuchillas. Al cabo de un rato, los pétalos que arrojaba se clavaron en la puerta formando un círculo.

- Toby, tú turno y el de la sartén.- sonrió amablemente.

El chico se llevó las manos hacia su espalda, la cuestión era que se había dejado la mochila al lado del sarcófago. Se puso nervioso, cómo podía olvidarse de aquel valioso objeto.

- Se... ¡SE ME OLVIDO!- gritó.- Pero tengo otra idea.- Se acercó a la puerta y le propinó una buena patada.

Gracias a la patada de Toby, la placa circular se metió hacia dentro y se derrumbó abriendo un camino por el cual pasar hacia la otra sala. Toby se calló en la otra habitación junta la placa circular pero, cuando se intentó levantar, se dio cuenta de que se había torcido el pie. Empezó a gatear en dirección del hueco circular, adentrando solo la mitad del cuerpo.

- ¡Vamos Leiya!... ¿Leiya?- Toby se asomó más hacia dentro, miró por todos los lados y no la encontró. Desapareció por arte de magia.- No... –se dijo en voz baja.

*          *          *

Sus brazos estaban entrecruzados en la espalda, sujeta por unas cuerdas que le provocaban rasguñaduras. La mujer con cara asesina la obligaba andar cogiéndola del pelo y casi arrastrándola. Más atrás, como si fuese el guardaespaldas, estaba Recius.

- Maldito críos.- refunfuñó Recius.- ¡Vamos camina más rápido! ¡Je, suerte que había llegado justo a tiempo ante que escaparás!

- ¡Ah! ¡Me haces daño!- se quejó Leiya.- ¡Al menos podíais dejarme despedirme de Toby!

- ¡Cállate! ¿No ves que eres nuestra presa?- Ashtad se paró en seco, se agachó a la altura de Leiya y la dijo con un tono borde.- Cómo se te ocurra hacer de las tuyas te prometo que busco al rubito y te traigo su cabeza. Conmigo nadie juega, no soy como ese memo.- Señaló a Recius. Leiya se quedó callada, tenía miedo.- ¡Vamos! ¡Sigamos!- ordenó

- ¿Pero qué hacemos con la Pequium?- pregunto Recius.-El jefe y Marcus nos matará…

- Ya buscaremos una excusa. No tenemos tiempo que perder. Pronto se acerca el día en que despierte el invitado de honor.

Leiya intentó echar un último vistazo a la nave, de sus ojos una pequeña lágrima fue deslizándose hasta caer y desaparecer en el suelo. Su corazón se heló y deseo con todas sus fuerzas reunirse con sus amigos. Sus lágrimas no eran normales, eran las lágrimas de una flor.

<< Toby, Kristal, os estaré esperando… Confío en vosotros…>>

4 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    Ashtad ha igualado a Kris en conseguir mi amor supremo XDDDD ¡¡La amo!! Es tan a lo:
    ¡¡RECIUS IMBÉCIL MUEVE EL CULO!! D:
    Me encanta, Kris y ella serían grandes amigas en otra dimensión*-*

    NO SALIÓ MI AMADO DERECK, SO GUARRA D:
    Pero igualmente me gustó el capítulo, aunque siga teniéndole una manía que tira pa'tras a Leiya. Aaaaahhh si es que no la trago T_T

    ASHTAAAAAAAAAAAAAD <3
    Recius me encanta tambien jajajaja es el tipico malo gracioso, me encanta siempre mete la pata XDD

    Cada vez que veo 'Becker' mi mete traduce:
    'Gustavo Adolfo' XDDDDDDDDDDDDDD

    QUIERO MÁS KRIS Y MÁS DERECK D:
    Y más Ashtad y más Nubila.

    Besos amour<3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. PUAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA
      Me alegro que te guste Ashtad :') Ashtad y Kris... por igual O.O Eso... eso... me siento rara.... ajajaj

      JAJAJAJAJAJA Recius mueve el culo.. si si... se utilizara ajajaj pobre... Ahora tengo lastima por el. ¡Siii! Recius es el típico malo estúpido típico en toda las series *__* guay guay quería darse notar jajaja

      Becker... ¿Gustavo Adolfo? ¡¿Por qué?! jajaja eso me sonó a muy medieval a algún rey lejano Gustavo Adolfo III ê_e Va, eso me ha dado una idea... ¡Gracias Gabiunchi! (tranquila, pondré los derechos de autor sobre Gustavo Adolfo ajajaj)

      ¡LOS TENDRÁS, PROMISE!
      Y eso... también :D

      ¡Besicos virtuales Gabiunchi!<33

      Eliminar
  2. ASHTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! MI PRECIOSA Y QUERIDA AHIJADA!!!!

    Me encanta cómo le estás dando protagonismo, ES QUE ES LA MEJOR!!!!! ^^

    Diiioooooooooos me encantó el capítulo *__*. ¡¡Tienes que meter peleas así en todos!! :DD. ¿Y quiénes serán esos dos encapuchados? Hummm misterio que resolver :OO.

    Recius es GENIAL típico malo tonto jajajajaja que serían los malos sin su oveja negra??? jajajajajajajajajajaja (¿y se supone que ahora tiene más poder que cuando apareció por primera vez? -.-. Parecía más malo ahí xDDD, claro, es que cuando te quita el trono un niño de 12 años... como que pegas un bajón tremendo jajajajaja. El pobre está deprimido por eso... y encima Rick no le recuerda xDDDD ¿se acordará alguna vez?

    AYYYY ME ENCANTA ASHTAD ^^. Es que todo en ella es genial!! :DD

    PD: sube rápido y que sea tan genial como el de hoy!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo afirmo, crear a Ashtad ha sido genial <3333
      NYAAAAAAAAAAAAAAAA Claro que si, tu ahijada se merece mucho protagonismo *__* En serio, creo que ella y Marcus son mis malos favoritos jajaj ¿Te encantó? Ainssss!! Esos dos los veremos prontos (si no me olvido de ellos ajjaja)

      Recius.... PUAJAJAJAJAJJAJAJAJ Tia, has analizado muy bien la situacion, un niño de 12 años que te quite el trono te da un bajon ajajajjaa dios :') me encanta que los lectores me recuerden cosas de anteriores capitulos ^^
      Rick... jamás se acordará ê-e jajaja lo que generara más trauma para nuestro amigo...
      Bueno, ya veremos su poder T_T

      Jojojo, iba a ponerle una chispa alocada como la madre (osea, tú) pero noo creo que la pegue ê_e ¡Eso sí, hare un flashback de ella sobre su pasado! :D

      PD: ¡Se intentara! ¡Se intentara! Y espero que os guste ^^

      Eliminar

Translate! :)