Capitulo 19: Sangre no deseada.


En aquel lugar umbrío, donde el eco invadía al silencio. En cada esquina una telaraña, y un señor, sentado en aquel especie de trono.

- ¡Puag! Estos rebeldes cada vez son más sosos... ¡QUÉ HACE EL COCINERO CON ELLOS! .- se quejaba angustiado.

- Mi señor .- de nuevo, aquella voz, masculina, aparecía entre las sombras. No se le veía con claridad, aunque un rayo de luz se le asomaba hacia la boca, era de piel blanca.- Tranquilícese, si no os gusta la comida dárselo al chucho.


Cerberus empezó a gruñir, pero el hombre misterioso se giro, pareció amenazarle con la mirada o fusilarle, ya que el pobre perro salió corriendo llorando.

- Mi mano derecha, ¿ya estáis de vuelta? ¿Y los Pertigión? ¿Los tenéis o me habéis fallado?

- En poco me dirijo hacia la antigua Metrópolis, la ciudad de las fábricas. Ahí  recogeré a la Pertigión de la tierra.

- ¿Os vais? ¿Tan pronto? Yo también quiero irme de este apestoso palacio... .- gruñó.- Bueno, os volveréis a reencontrar.. .- la otra sombra desaparecía entre la oscuridad. Empezaba la guerra, la guerra que tenia que ya haber comenzado.

                                         *          *          *

Aún, tumbada en el suelo estaba la muchacha de verde, Rousse. Una famosa Pertigión del que hayaba el poder la tierra o el de las plantas. Se le conocía por su amabilidad, y alegría que transmitía, pero en ese estado... parecía estar muerta.

- Sylvia .- tragó saliva Toby .- ¿Qué la ocurre?

- Su alma se fue, abandono el cuerpo en contra de su voluntad...

- ¿Pero sigue viva? .- pregunto Leiya. Sylvia la contesto asintiendo la cabeza, sus ojos no dejaba de mirar aquel cuerpo sin vida. .- ¿Y el alma?... ¿Dónde está?

- Chicos... Os contaré algo. Yo me uní a vuestro grupo, al grupo de tu hermana, para encontrar a Rousse. Yo sabia lo que la pasaba, y sabía que ella protegía la villa floral... Por que... ella esta en mí. Yo poseo su alma en mi interior.

El silencio se produjo, Toby no se lo creía. "¿Entonces Sylvia es un monstruo? ¡No, no puede ser! Ella es mi amiga" Se decía una y otra vez. Sylvia cogió el cuerpo inerte de Rousse, la coloco a sus espaldas hacia que los pies te la Pertigión rozará el suelo.

- Chicos, vayámonos. .- ordenó, no era la Sylvia de antes, estaba muy seria.- Leiya , Toby ni os ocurra separaros de mi.

- ¿Y cómo piensas salir viva, si esta vagón esta repleto de monstruos oscuros?.- preguntó Leiya

Aquella pregunta la clavo en los más hondo. Tenía planeado eso pero se olvido aquel detalle. Suspiro, no tenía ni idea, salir de aquella habitación era peligroso, era como meterse voluntariamente hacia la boca de un depredador.

- Sylvia... Si sirve, podemos utilizar la bomba Toby, es decir esa que hiciste.... Puede que sea una mala idea... .- dedujo Toby.


- ¡Lo contrario! .- sus ojos se iluminaron .- ¡Es una idea genial! Bien echo Toby .- acariciaba el pelo del pequeño con una sonrisa de par en par .- Por cierto, es una granada.- concluyó al final.

                                  *          *          *

Las nubes eran tan espesas y tan negras que dificultaban el camino. Silker se ponía cada vez más nervioso, apenas sabía manejar aquel vehículo. Tenía que hacer todo el esfuerzo para no colisionar con algo, por eso prevenía tener la mente en blanco. Mientras Shiva, acompañaba a Kristal.
Su cuerpo estaba apoyado en la pared, inconsciente, con una respiración normal. Shiva mojaba un pañuelo fino de agua y lo frotaba sobre la frente de pelo chicle. Un par de minutos, el cuerpo de Kristal se iba moviendo, haciendo que sus ojos se abrieran lentamente.

- ¿Don.. dónde están los demás? .- Sabia que algo iba mal, mejor peor...

- Bueno, es una larga historia. Lo mejor es que te estás recuperando .- la mostró una bella sonrisa.- Kris... ¿Quién os atacó para caer en combate? Tú, Lirfo... dudo que hayáis perdido contra unos trolls... .-susurró Shiva.

- Pues... Témhota, la Pertigión de la oscuridad... Al parecer esta en el bando enemigo...

"¿Cómo?" Susurró Shiva en lo más profundo, era casi imposible que un Pertigión se uniera en bandos con el mal. ¿Qué pretende el antiguo ejército? Se nota que esto hará que empieza la gran bomba, la guerra.

- No debemos dejarlos... .- musitó la Ritro.- ¡Silker!... Por favor... Demos la vuelta, me niego ir a Karpia. Vayamos a Metrópolis, o iré yo sola. ¡Quiero luchar junto con Rick y los demás! .- se altero, posaba su mano sobre el pecho, cerrando el puño con fuerza.- Si les pasará algo... .- agacho la cabeza .- No me lo perdonaría ...

- Ni nosotros nos dejaríamos que te sintieras culpable.- afirmo Silker. Shiva le miro de inmediato, este le respondió con una sonrisa.- Cambiemos de ruta, nueva dirección ,... ¡La antigua Metrópolis!

Kristal reía en lo más profundo, apenas podía reír le seguía doliendo todo el cuerpo. Intento levantarse, ir al asiento del copiloto, pero  no podía. Caminaba dando curvas, parecía estar borracha, pero no lo era. Ya llego un momento donde iba a caerse, pero Shiva la cogió rápidamente. Cogió el brazo de pelo chicle y se lo paso por detrás de su cuello.

Kristal seguía observando a Shiva, tenia seguro, que sacrificaría su vida por salvarla. Ya que ella se sacrificara para salvar a toda Kiria.

                                                 *          *          *

¡BUM! Un gran estallido se oyó. Jack y Rick miraron asombrado en dirección donde se provocó aquel estallido. El techo de un vagón se hizo añicos, el humo se asomaba. Los hermanos desvainaron la espada estaban listo para luchar, se detenieron en un instante, por aquel agujero salía Toby junto con Leiya, estos dos tiraban del cuerpo de Rousse,  poco después apareció Sylvia con varias manchas negra, por el humo; en la cara.

- ¡TOBY! .- gritó entusiasmado Rick.

Corrió hacia donde ellos, cogió al pequeño por la cintura lo elevo y le abrazo.

- *Cof, cof, cof* Rick, para, ¡no me dejas respirar!.- Se soltó de Rick. Este le despeinaba el pelo mientras observaba aquella chica desconocida. Al rato Jack se unió a la conversación.

- ¿Esta es la Pertigión de la naturaleza? .- comentó Jack.Todos menos Rick, asintieron.- Parece estar muerta...

- Pero no lo está .- Manifestó Sylvia algo severa.- Su espíritu sigue vivo, esta en mi... .- aquel incómodo silencio se produjo, de nuevo.

- ¿Y eso qué quiere decir...? .-interrogó Rick


- Que Sylvia tendrá que desaparecer. .- concluyó su hermano.- Solo fue creada para salvar a Rousse, esa es fue su cometido al nacer, ¿verdad? .- En lo más profundo, la chica asintió, aunque le doliera.

                          *          *          *

En el interior de un vagón. Lirfo era sometido a graves torturas. Estaba sentado en una  silla, al lado de la caldera de fuego, sin la armadura, solo le dejaron en ropa interior. Era agredido varias veces, también le quemaron vivo, solo en las piernas; recibía algunos cortes de los odiosos duendes que reían sin agotarse.

Lirfo aguanto todo lo que pudo, tenia el ojo morado e hinchado, apenas podía ver con el. Seguía consiente, eso le servía para sobrevivir; tenia esperanzas que tarde o temprano fuera rescatado por sus amigos.

De nuevo, volvieron a torturarle, esta vez uno de los trolls saco un arma de fuego, en conclusión una pistola. Le apunto en la cara, estaba apunto de apretar al gatillo, pero una voz le detenio.

- ¡PARAR BICHOS SIN CEREBROS! .- se oyó en la esquina del vagón.- Ni se os ocurra matar al elfo, sin él... No podré ser libre a mi sangre.

Aquella voz se oía cada vez más cerca, a veces desaparecía y provenía de un lugar distinto. Hasta que Lirfo, supo que aquella voz se encontraba detrás de él.

- Bueno, Lirfo Evans, ¿es así, no? .- El elfo notaba como unas uñas se clavaba lentamente sobre sus hombros, sentía un ligero escozor.- Necesito tu ayuda, ya que fuisteis voluntario en hacerlo.

- Nunca me ofrecí en ayudarte. Solo me fui con vosotros para que no acabarais con Kristal .- bufó Lirfo, intento vocalizar bien, ya que tenia la mandíbula rota más el labio inferior.

- ¿Se llamaba Kristal esa furcia? Tranquilo, las bestias de la noche se ocuparan de ella. Mejor dicho se habrán ocupado, por si no lo sabes, ya hace horas que amaneció, y ahora pronto anochecerá... .- Empujo la silla, Lirfo cayó al suelo, sus manos seguían atadas como los pies.- Y vas ayudarme quieras o no.

Lirfo asomo la vista, le costaba ver con claridad, veía todo borroso. Solo pudo observar una silueta delante suya, aquella silueta le cogió del cuello y lo elevo haciendo que rozará con el techo del vagón. Los ojos de Lirfo se cansaron y se cerraron automáticamente, sus respiración acelero, apenas podía coger aire. Pero tenía que hacer un esfuerzo, abrió forzosamente los ojos y por fin, con claridad observó lo que tenia delante.

Su cuerpo esbelto, de color violeta; sus labios carnosos y mas morados que su piel, se podía ver que se le asomaban dos pequeños colmillos. De pendientes dos garras de alguna ave, su pelo azul como el de Nubila; adornado por hojas secas y marchitas. Los ojos azules con un destello que te quedabas ciego por poco tiempo, era tan intensos que parecía la luz de la luna. En su cara unas manchas más oscuras que rodeaba sus bellos ojos. Vestía ligera, con una armadura en forma de sus pechos y en la parte inferior, llevaba un pareo añil desde la cintura.

- Perdona, no me presente. Soy Témhota. La pertigion de la oscuridad. Hija de Hades, semi diosa. Mi intención es, que tú me ayudes a deshacerme de esta sangre no deseada. Dejar de ser diosa, conservar mis poderes. Decidir por mi misma en que bando ir, y yo... Estoy cansada de la paz y la armonía. ¡Quiero ser libre y reinar el mundo!