Capitulo 20: La cara oscura y el poder del Rayo


~ Nota de la autora: Chic@s deciros que este capitulo es un poco largo, lo he partido en dos partes, para así os sea menos aburrido, que bueno, haré una pausa... Haber si encuentro más lectores. ¡Eso si vosotros sois mis lectores estrellas! Gracias por leerme desde el principio hasta el final, ya que muchos abandonaron mi historia. Por favor comentar, eso me dará ánimos para seguir... 
PD: Tranquilos, solo es una pausa. ¡ Jamás abandonare la historia!
PD2: La parte dos también se encuentra en esta entrada, pero os avisé poniendo Parte dos. ¡Espero vuestros comentarios!
PD3: ¡Lo siento que este capitulo sea tan extenso y aburrido!


El viento movía los cabellos de todos, el tren seguía su rumbo sin bajar la velocidad. Todos ellos en corro observando el cuerpo de Rousse. El silencio se produjo, Rick como siempre quería romper el silencio, pero no podía. Imaginarse que Sylvia desparecerá al transmitir su alma a ese Pertigión... Le parecía repulsivo, ya estaba odiando a los dioses. ¿Quién se creerán? Se dijo.

- Rick, ya es hora que manejes la espada que te dí .- concluyo Jack .- Ya la noche esta al caer, y nos queda poco de trayectoria para llegar a nuestro destino... .- hizo una breve pausa .- Significa que cuando lleguemos a Metrópolis lucharemos con una gran cantidad de monstruos, y ahora ellos están en desventaja puede que aun no se hayan dado cuenta que estamos en el tren. Por eso mismo quiero que cortes la unión de  los vagones, para que nunca lleguen y así hacemos que la cifra de rivales disminuya... Empieza por aquí.

- Pero, Jack.- intervino Sylvia.- Si hace eso Rick, la probabilidad de que nos encuentre es más de un 70%....

- Pero lucharemos con menos.Vamos Rick. Empieza ya.

Rick desvaino la espada, de nuevo sus manos empezaron a temblar. Estaba nervioso, aunque esta espada no pesaba tanto como la otra. Tenia que demostrar a su hermano lo que puede hacer, y no volverles a mostrar su pánico a los objetos afilados...

Empuño la espada con los dos brazos, empezó a caminar hacia atrás. Los demás se trasladaron a un vagón más adelante. Rick empezó a correr, sin soltar la espada, salto y corto el aire.

Llego al vagón donde sus amigos, guardo la espada lentamente hasta oír un "Click" agudo. Después de ese ruido el candado de la unión del vagón se rompió, la otra parte del tren empezaba a dar chispas, cada vez se alejaban esa parte. Hasta llegar una parte donde colisiono y formo una gran explosión.

                               *          *          *
- Chicas, ya estamos cerca.- hablo solo.

Silker se giro a observar lo que hacían, y se encontró una imagen que le saco una sonrisa. Kristal durmiendo apoyada en la pared de la nave, lo más interesante no soltaba su espada. Shiva al lado de Kristal, su cabeza encima del hombro. Dormían profundamente.

- Que envidia.- suspiro.

Varios rayos acecharon el cielo. Algo le recordó a Rick. Lo más extraño que entre esos rayos, pareció ver un espíritu....

                                 *         *          *

Un leve golpe hizo que se dieran cuenta que el automóvil había parado. Ya estaban en la Antigua Metrópolis.

-  Esta anocheciendo .- comentó Jack.- Será mejor que acampemos en este bosque, mañana rescataremos a Lirfo.- Todos aprobaron la idea, aunque a Rick... Pensaba lo contrario.

- ¿Y si cuándo vayamos a rescatarle es demasiado tarde? .- replicó cruzando de brazos.

- Vamos Rick, hoy cumpliré una de mis promesas.

Fue lo último que dijo antes de adentrarse al bosque. La noche cayó rápido. Las estrellas brillaban, en esta ocasión solo se veía estrellas azuladas y amarillentas. Rick siguió recordando el sueño que tuvo en Tropicots..

Era él, en efecto. Sus ojos grandes, azulados, brillantes hacia que se notara que era él. Rajrock se alejaba, el otro niño... seria Jack. Los demás su padre. La mujer frágil se arrodillo. La sala había cambiado. Rick se encontraba debajo de algo... ¿De qué? 


Se asomo lentamente observaba aquella mujer. Más pálida, con una manta entre sus hombros, su pelo lacio y brillante en un moño despeinado. Su belleza se fue a cambio de lágrimas. Lloraba. Rick se apiadaba de la mujer, noto una nostalgia. ¡NO QUERÍA SEGUIR VIENDO AQUELLO! Pero sus ojos se negaban a cerrarse, y de repente... Una nube gris envolvió al muchacho.

Una visualización distinta, solo se hayaba él. En el suelo, llorando. Y aquella mujer, yacía en el suelo rodeada de un gran charco de sangre. Al lado de la mujer, se encontraba, ni más que menos. Un afilado objeto... Una espada... La espada que tenía Jack en estos momentos.

- ¿Rick estás aquí? .- pregunto extrañado su hermano.

- Esto... si .- afirmó este.- Antes que me digas lo que tengas que decir... Toma.- le entrego una cajita con las iniciales JR.

Jack cogió la caja, la miro y sonrió. Empezó a buscar por todo su cuerpo algún objeto en concreto.

- Hace tiempo que no fumo, esta cajita me trae recuerdos.- le confesó.- Mira ten.- le ofreció un mechero.Rick negó la cabeza rápidamente.- Idiota, no es para que enciendas un cigarro, si no para que te lo quedes.

- Oh... Gracias suspongo.- extrañado, se rasco la cabeza.

- Guarda ese mechero, algún día nos volveremos a distanciar... Pero mientras tenga ese mechero me recordarás y pueda que gracias a este objeto, no volvamos a ver.

- Entonces lo guardaré como un objeto muy valioso.- se fijo en el mechero, también contenía las iniciales JR, y al otro lado del mechero, se dio cuenta que estaba las iniciales RR, este al verlo sonrió.- Bueno, ¿qué decías?

- Como de costumbre no me hacías caso... .- se llevo la mano hacia la cara.- Rick atiende. Los Redfrod, somos conocido gracias a Arthur, nuestro padre. Él y nuestra madre incumplieron las leyes de Kiria. Por partes, en este nuevo mundo existen clanes. El todo Poderoso, tenia 6 hijos, el del fuego, el del agua, el del trueno, el de la tierra, el del hielo, el del aire. Estos siempre se ponían en guerra, ya que se decía que el agua y la tierra tenían una especie de relación. Los demás envidiaban su relación, creyendo que sus hijos se volverían poderosos por contener dos grandes poderes. Todo poderoso hizo una ley que dice: "Todo aquel que pertenezca a un clan, solo podrá relacionarse con ellos". Es decir los del agua solo se podrían casar con cualquiera que posee el poder del agua. Eso hizo que no hubiera disputas

Rick, como de costumbre apenas entendió algo. De nuevo se llevo las manos sobre su cabeza y empezó a dar vueltas sobre Jack.

- Espera, espera... ¿A qué viene eso con nuestra madre? Tú y yo sabemos, que nuestros padres no pintan nada en esta historia.- se paró en un punto, bajo las manos y gritó.- ¡Ni nosotros pintamos en este lugar!

Jack negó con la cabeza, se acerco a Rick.Deslizó su mano hacia la frente de su hermano pequeño,  el dedo índice formo un circulo junto al pulgar, y en un momento lo soltó y golpeo a la frente de Rick.

- Siempre tan idiota.- suspira, se aleja y camina por el bosque, Rick le sigue.- Mira Rick esa norma también es para los magos, humanos, elfos y todo. Y nuestra madre no era una humana....

- ¿Qué quieres decir? .- preguntó extrañado

- Nuestra madre es hija del rayo. La princesa de los cielos, dejo todo por nuestro padres. Hay una teoría que dice que los clanes se pueden casar con otros clanes si niegan a sus poderes para siempre. Y nuestra madre lo hizo... Para estar con nosotros...

- Yo... Yo... No se que decir, estoy en una especie de shock... No me lo creo... .- Rick dudaba, estaba indeciso, no sabía que hacer... O tener miedo a algo que ni él sabía... O creer ser un monstruo... O alegrarse por averiguar más sobre su sangre.

- ¿Nunca te sentisteis a gusto con los truenos, rayos como quieras llamarlos? Es porque tú, sin saber como. Tuviste el don del rayo. Se supone que nuestra madre abandono los poderes y su legado por tener una vida cotidiano con un humano, pero algo hizo que tú, fueras especial.

- Pero... ¡vale sí! Hasta que llegue a Kiria siento algo en común a este mundo... No lo entiendo... Entonces....- se mira las manos .- ¿Poseo un poder? ¿Y tú?

- Yo no, nuestro abuelo de parte de madre te eligió a ti, sabe que tu destino es salvarlo. Por eso, en la nave te arrebate la espada. Esta espada esta maldita. Solo lo manejan los Redfrod y el rayo. Aquella sangre debe estar unida. Yo por mi suerte no me paso nada ya que solo poseo sangre de Redfrod, pero tú, tu posees los dos. Esta espada tiene una capacidad de utilizar tus poderes atra vez de la espada.

                             *          *           *

La nave descendía con seguridad hasta tocar el suelo. Una vez en tierras, Silker soltó los mandos y dió un grande suspiro de alivio.

- Por fin .- jadeo

Volvió a mirar a las chicas, Shiva seguía durmiendo, en cambio Kristal, sus bellos ojos estaban abiertos.

- No me di cuenta que estuvisteis despierta .- contestó Silker


- No tenias ganas de hablar .- gruño Kristal


Kristal lentamente levantaba a Shiva, esta al darse cuenta que ya estaban en tierra se levanto enseguida y salio. Para su desilusión, lo que vio,... le apeno demasiado. Metrópolis... una gran ciudad, ahora desértica, ni un alma caminando por las calles, nada.

- Esto... ha cambiado, mucho.- susurró Silker.

- Entremos...  Quiero saber quien es el encargado del ejercito oscuro... .- ordenó Shiva mientras se adentraba a la ciudad.

Kristal sin decir nada la siguió, a Silker le preocupaba algo... Su instinto decía que algo ira mal...

Parte 2: La cara oscura y el poder del rayo

                    *          *          *

Jack le ofreció la espada legendaria a Rick. Empezó a enseñarle a como manejarlo. Cada dor por tres la espada se le caía al suelo, hasta que la paciencia de Jack estalló.

- ¡RICK! ¿¡Qué coño te pasa!? Yo creía que a estas alturas se te quito el pánico a las cosas afiladas...

Rick tiro la espada, se sentó encima de una roca, y apoyó su cabeza sobre sus manos haciendo que mirará al suelo. Se sentía... ¿culpable? Se podría decir que sí...

- Jack... Tú sabes mi pánico... Pero no al porque lo temo .... .- suspiro. Sus ojos se agrandaron más, estaba furioso. Las uñas la hincaba sobre su cabeza, a penas noto dolor ya que estaba distraido en su asunto.

Jack se dirigió hacia él, y se sentó al lado suya. Colocó su mano sobre el hombro de su hermano, quería aliviarlo, consolarlo... Ser por una vez el hermano mayor que quiso ser.

- Cuéntame lo que paso.. Rick

- Tendría 9 años... Tú y nuestro padre os fuisteis. Aquella mujer cantaba una bella canción, yo la ayudaba a cocinar... De repente golpearon fuertemente por la puerta... Mamá me ordenó que me escondiera en su cuarto... Y así hice, me escondí... debajo de... de... ¡Arg! ¡Odio esto! ¡No me acuerdo! ¡No quiero recordarlo! .- se levanto histérico, gritaba a los cuatro vientos.

Jack se levanto corriendo, le agarro de los dos brazos. Fue inútil seguía gritando. No tuvo otra mejor idea que pegarlo. Rick  recibió un puñetazo en la mejilla. Por fin, se calló. Se cayó al suelo, se estaba tranquilizando, sus respiración ya era la normal.

- Al parecer te borraron la memoria de ese día...- susurro Jack.- Bueno otro día me lo contarás... Ahora observa.- Cambio de tema, creía que era lo mejor no quera alterar de nuevo a su hermano.

Se arrodillo, con un pie tocando el suelo. Cogió la espada, la coloco horizontalmente, y se lo coloco ligeramente hacia su frente.

 Cerró los ojos, de nuevo se hizo aquel incómodo silencio. La espada empezó a iluminarse de un color azulado, era tan intenso que Rick, por obligación tuvo que cerrar los ojos.

Pero pocos segundos se fue la luz. Jack se levanto y le entrego la espada.

- Ten inténtalo tú. .- le ordenó.- A ti la luz debería aguantar más tiempo ya que eres el elegido de esta espada.


Rick asintió, con miedo cogió la espada. Imito a Jack. No cerro los ojos... Tenia miedo, esa sensación... era nueva para él. Siempre se considero ser valiente, no temer a nada, ser feliz y vivir la vida sea como sea, en cualquier condición... Por eso acepto la vida en Kiria... Pero hoy, en ese momento... tenia miedo... De todo.

- Y.. y si no pu.. puedo .- tartamudeo Rick

- Sabes que si podrás, vamos... A que espera... ¿A no ser que te has vuelto un gallina hermanito? .- le provocó.

Jack empezó a sonreír, aquella sonrisa burlona... irritaba a Rick. Así pues, cogió de nuevo la espada, la empuño con todas sus fuerzas, se pego la hoja donde su frente, cerro lentamente sus ojos...

                            *          *         *

Una, dos,... tres gotas caían al vació. Abrió los ojos lentamente... Ya no se encontraba en el bosque con Jack... ahora estaba en otro sitio, en otra dimensión... Aislado. Una,dos, tres gotas cayeron de nuevo, ahora emitieron un ligero sonido.

El chico se froto los ojos, ¿Otro sueño? Se dijo. Nada, seguía en el mismo sitio. "¡¿Hay alguien?!" Gritó con todas sus fuerzas.

La oscuridad cesó, una luz amarillenta poseía aquel lugar. Rick sin saber como, ando hacia la nada... Sus piernas se movían  automáticamente, hasta que se paro de golpe.

Enfrente suya, un señor. Flacucho, casi desnutrido. Con una gran barba lacia blanca. Sus ojos azules, como los de Rick, hasta idénticos a los de su madre. Vestía una larga túnica blanca y amarilla, casi dorado. Varias arrugas en la cara, era muy viejo.

- ¿Estamos en misa? Por que tu pareces a un papa .- se burlo Rick, pero al mismo momento sonrió alegremente.

El anciano le ignoro. Empezó a toser, hasta que se cayó al suelo. Rick corrió rápidamente hacia el anciano.

- ¡Ey ey! ¿¡Señor se encuentra bien!?.- intentó reanimarle. El viejo abrió los ojos y empezó a toser.

- *Cof, cof* Me alegro , por fin.. conocer a mi sucesor... Yo, te daré todo mis fuerzas... Te otorgo mi poderes...Mi querido nieto... Rick Redfrod


Una luz tan fuerte hizo que Rick abriera los ojos. Se fijo que sostenía la espada de la misma manera que Jack. Aquella espada brillaba más intensa que cuando lo hizo Jack. La luz invadió del bosque. Todo se ilumino de aquel foco azul. Rick abrió los ojos, se sorprendió de lo que hizo.

Se sentía, ligero y a la vez fuerte... Aquella espada no pesaba nada... Ya apenas tenia miedo. Ya no notaba que estaba maldita, lo contrario... Parecía que aquella arma llamaba a Rick, aquella espada eligió, por fin a su legado, y ese era aquel muchacho.

                                  *         *         *
Horas después, los dos hermanos se fueron con los demás.

- Vayamos a rescatar a nuestro amigo, a orejas. .- dijo Rick decidido y con la cabeza bien alta.

Toby de nuevo le siguió admirando, que ganas tenía de ser como él. Tarde o temprano, se juro que será como Rick, o lo intentará. Justo noto que alguien agarro fuerte la mano del pequeño, era Leiya. Esta la sonreía, él le devolvió la sonrisa. "Poco a poco, seré como él" Se decía.

Empezaron a caminar hacia el tren, se escondieron detrás de los árboles para que no les vieran. Jack, llevaba a Rousse. Sylvia estaba preparada. Los pequeños junto a Rick, y él, decidido a darlo todo.

Cuando vieron la pista libre, entraron lo mas silencioso que se podía... Por no decir que a mitad del camino a Toby se le cayó la sartén al suelo haciendo un ruido molesto. Aquella torpeza hizo que los chicos ntraran corriendo. Una vez dentro se encontraron a un troll, este dio la alerta y llamo a tres de los suyos.

Jack dejo a Rousse delicadamente en el suelo, desvainó la espada que le dejo prestado a Rick y ataco velozmente, de tal manera que el aire se hizo cortante ;partió por la mitad a un troll. Sylvia , Toby y Leiya salieron corriendo, le perseguía otro troll. Rick se ocupo del último, empuño la espada legendaria, intento fluir toda su energía en la espada... Quiso alzar la espada, pero esta empezaba a tirar rayos, chamusco unos asientos, paredes, puertas, a todo menos al troll. Aún necesitaba entrenar más con la espada.

- ¡Rick concéntrate e intenta hacer un campo eléctrico en la espada! .- le aconsejo su hermano.

Rick cerro los ojos, se concentró. Su cuerpo parecía que flotaba, pero no. Cuando quiso abrir los ojos, veía como aquella espada emitía chispas. Se acerco el troll, empezó a correr, soltó un grito de guerra e introdujo la espada en el estómago de aquella bestia. El troll empezaba a electrocutase, a gritar, hasta que cayó al suelo, ya muerto.

Mientras Sylvia, Toby y Leiya huían del troll, hasta que se encontraron sin salida.

- Jejeje... No vais a escapar... .- se lamió la boca la bestia

- ¡No por favor piedad! ¡Solo somos dos bellas jóvenes! Quédate con este .- empujo a Toby hacia el troll


- Traidora .- escupió mientras la miraba .- Y lo de bella no tienes nada .- le confesó.

¡PUM! En ese momento, el monstruo abrió los ojos, y Toby llevo sus manos hacia el chichón de la cabeza que le hizo Sylvia.

- Ya me habéis cansado, Toby, prepara la sartén. Leiya, echa a correr cuando te avise.- explico detenidamente.

La pequeña Leiya no entendió nada, pero iba hacerla caso. Sylvia metió su mano dentro de un bolsillo que tenia en la rodilla, era como una rodillera pero bolsillo; de ahí saco una granada, más grande que la granada Toby. Sylvia abrió la granada y se lo lanzo hacia Toby.

- ¡Corre Leiya corre! .- gritó Sylvia mientras corría hacia Toby.

Toby saco su sartén y golpeo la granada hacia el troll, por un momento parecía que jugaba al béisbol. Sylvia le cogió a tiempo y salio corriendo con Leiya. ¡BUM! Exploto el vagón donde se encontraba la bestia.

- Ya hemos acabado.- confirmó Sylvia mientras se quitaba el polvo de la ropa

- Vayamos a por el orejas .- Sonrió Rick


Caminaron por todo los vagones, lo extraño fue no encontrar a más criaturas. Toby caminaba al lado de Rick, lo noto más serio de costumbre, aunque... ¿Cuándo Rick estaba serio? Se preguntó.

Llegaron al último vagón, donde se encontraba la puerta hacia las calderas. Rick miro a sus compañeros, estos le asintieron para confirmar que estaban preparados para luchar. Abrió la puerta lentamente, después empujo de tal fuerza que al chocar con la pared se rompieran.

Todas la miraras se centraron en un cuerpo, tirado en aquel suelo. Rick abrió más los ojos, guardo la espada y fue rápidamente hacia Lirfo. Le cogió, no contestaba. Noto que tenia graves heridas.

- ¡Lirfo, Lirfo! ¡Vamos orejones! ¡Despierta y dime que estas vivo! ¡ DÍMELO! .- los ojos del muchacho se le llenaban de lágrimas. Aguanto, no quería soltarlas... Él sabe que no esta muerto, por eso no debe llorar... O eso quería pensar.

Toby ya estaba llorando, Leiya sollozaba en el hombro de pelo pincho. Sylvia cayó al suelo de rodillas. Jack no se inmuto a penas, noto cierta tristeza por Lirfo, pero él no tenia la culpa de no entristecerse, él era así. Se encamino hacia Rick, apoyo el cuerpo de Rousse sobre la pared. Después apoyo su mano sobre la cabeza de su hermano.

- Llegamos tarde... .- fue lo único que le dijo

- Si nunca... nos hubiéramos quedado en el bosque... ¡Nunca habría pasado esto! .- gritó con todas sus fuerzas.

- Rick, tú más que nadie sabe que esta muerto , desde antes que llegáramos a Metrópolis.

¡BUM! Un gran estallido se formo dentro de aquel vagón donde se encontraban todos. La mujer de color violeta reía despiadada.

- Idiotas... Os ha llegado ya la hora de morir. Jajajaja .- se iba lentamente mientras reía con malicia


                              *          *          *

De nuevo varias ratas corrían por aquel lugar sombrío, corrieron todo lo que podían, hasta que fueron devoradas por una boca gigantesca, la de Cerberus.

- Ahg, odio que haga eso .- se enojo aquella voz que provenía de las sombras.

La sombra daba pasos lentos, casi se podía ver el rostro, de momento resaltaban sus ojos azules casi grisáceos.

- ¡Hombre, tú por acá! .- resalto el hombre que se encontraba sentado en aquel trono.- Pensé que ya te habrías ido, Marcus.

Varios pasos resonaron por la sala. La única luz que entraba en aquel palacio reflejo el rostro del chico.


- Mi señor, creo que ya es hora de reencontrarme con mis viejos amigos .- comentó con un tono burlante.- Procuraré matar a todos y traer a la Ritro.