Capítulo 33: El verdadero enemigo.

Nota de autora: Aish! *llorando* ¡Lectores por fin llegamos! ¡Llegamos al último capítulo de esta temporada! (tranquilos, aun tendréis un poco de Kiria jaja) Y ahora, espero que o guste la lectura. ¡Besicos virtuales! <3

No muy lejos, mientras la espesura de la niebla desaparecía. Ashtad y Nubila entablaban una conversación. Nubila parecía estar tensa por volverse a reencontrar con su hermana, aunque en el exterior expresaba indiferencia y una mueca burlona.

-          Por lo que veo, te has unido a la banda enemiga.- rompió el hielo Nubila mientras se echaba su larga melena hacia atrás.

-          La verdad, sí. Al principio no quería interponerme en esta dichosa guerra, pero me ofrecieron muchos caminos, caminos que me gustaron.

La Pertigión del hielo frunció el ceño, chasqueó los dedos e hizo que salieran varias estalagmitas en el suelo. Ashtad fue saltando una a una como si se tratase de un felino por aquella agilidad. Llegó a posarse sobre la rama de un árbol y con una mirada, fusiló a su hermana. Levantó su brazo izquierda manteniendo la palma de la mano abierta en dirección hacia el suelo. Sin tiempo a pestañear, apareció un mar de fuego de la nada, lo que provocó el derretimiento de las estalagmitas de hielo.

Nubila dio un gran salto hacia atrás con intención de colocarse en una rama pero era casi imposible ya que, todo los árboles de la zona empezaban a arder.

-          Mierda.-dijo entre dientes.- Se nota las ganas que tiene de verme muerta ¿eh?

Alzó las dos manos hacia el cielo, formando un gran circulo entre ellas. Empezó a cerrar los ojos y se quedó meditando. Entre algunos susurros se podían comprender que hablaba la lengua muerta, su intención era forma una cúpula de hielo para protegerse del fuego, ya sabiendo que pronto aquel escudo desaparecería por las llamas.

Ashtad se acercó hacia aquella “base” que había formado su hermanita. Con otro chasqueó de dedos hizo desaparecer todo el fuego. Ahora estaba acumulando gran parte de energía en una bola de fuego en la palma de la mano para derretir lentamente la cúpula de hielo y hacer entrar el pánico a Nubila. Mientras tanto, ésta ideaba algún plan para salir de aquel caos. Nunca le gustó el calor y nunca comprendió por que justo su hermana tuvo que nacer con esa dichosa habilidad.

-          ¡Nubila!- se oyó un grito.

-          ¿¡J-Jack!?- chilló ésta.

Ashtad se volteó rápidamente para asegurarse que no la atacaban por las espaldas, creó un muro de fuego a su alrededor para que Jack no pudiese entrar.

Esté emitió un gruñido al ver que las cosas de dificultaban. Empezó a observar su alrededor, buscaba algo que le fuera de utilidad.

*          *          *

No le quedaba tanta distancia para llegar al tempo, es más, ya estaba en aquel lugar. Descendió la marcha hasta ir caminando tranquilamente. Entre sus manos se hallaba aquel cuerpo pequeño de Gafny, aún seguía en su forma fauno.

A pocos metros se podía ver a Toby y a Leiya como corrían hacia él. Rick les dedicó una sonrisa cansada, estaba empapado y con varias quemaduras –no muy graves- por todo el cuerpo.

Dejó el cuerpo en el parquet del templo hecho de madera. Leiya trajo algunas plantas curativas, empezó a hacer una pócima para que Gafny despertara. Al cabo de un rato, pareció que aquel brebaje hizo efecto sobre la niña ya que, iba abriendo los ojos lentamente.

-          Chi-chicos…-susurró exhausta.

-          No digas nada y descansa.- comentó Leiya esbozando una gran sonrisa.

Un problema menos, se dijo Rick por lo bajo. Pero, de repente el aire estaba denso, ya no se oían el bello canto de las flores, los pájaros no piaban, algo iba mal. Rick alzó la mirada hacia el cielo, observó el humo negro que producía el fuego. Este humo rodeaba gran parte del bosque, Rick tuvo un mal presagió.

-          Toby, te encargo de cuidarlas. Yo ahora vendré.- dijo decidido y echó correr hacia el profundo bosque.

Cuando llegó al fuego, se percató de una gran esfera echa de hielo y no muy lejos a Ashtad. Al verla, se escondió detrás de un árbol.  El fuego arrasaba todo lo que se encontraba, haciendo que el gran circulo se hiciera más grande.

<< ¿Será ella quién me ayudo llegar aquí? Pero… si es de los malos…>>

Rick se dio cuenta que también se hallaba Jack fuera del gran circulo de fuego, parecía que necesitará ayuda, aunque conociéndolo bien, nunca lo pediría. Siempre fue muy terco cuando necesita algo, es más, odia que piensen que es un inútil por no saber tomárselas por sí mismo.

-          ¡Jack!-gritó mientras le tiraba su espada maldita.

Éste aceptó a cogerla. Una vez teniéndola entre sus manos saltó el fuego y acabó en el interior del círculo de fuego. Desvainó la espada con cuidado, sabía que estaba maldita y que podría morir ya que no tiene la sangre del rayo y de un Redfrod…, pero había que arriesgarse para ayudar a su amiga, aunque tuviera que jugar con la muerte.

-          ¿Vas a luchar con una espada maldita? Creo, que todos ya sabemos que solo obedece órdenes de Rick… Así qué, si quieres morir por luchar con ella, allá tú.- Ashtad parecía estar ansiosa por luchar contra el otro hijo de Arthur Redfrod, se iba a divertir.

Al acabar de hablar se abalanzó sobre Jack. Sorprendentemente sacó en su manga –la única que tenía en aquel vestido/camisa- una especie de cadena larga dónde, en una de sus extremidades se encontraba una hoja de cuchilla, como si fuera un péndulo afilado.

Jack paró cada golpe con la espada, era un milagro que pudiese parar cada embestida que le propinaba la mujer de fuego.

El fuego ya fundió la cápsula protectora de Nubila y está era presente de aquella pelea. Ashtad con gran manejo de aquella diminuta arma pudo hacerle una pequeño corte en la mejilla a Jack. Nubila se puso de los nervios, habían herido a su ‘querido Jack’ y no podía dejarlo así.

-          Oh… Querida hermanita ya lo has empeorado todo… ¡Nadie hiere a mi Jack!- gritó histéricamente.

Rick descendió lentamente hacia la zona de batalla y, asustado de la reacción de Nubila provocó algunos rayos.

-          ¡Rick, lárgate!- le aconsejó Jack pero éste ni se percató de lo que le decía su hermano.

La furia de Nubila causó un gran vendaval que contenía pequeñas fragmentaciones de hielo. La pequeña hermana de ésta, intentó formar un incendió, pero el poder que sometía Nubila era mayor lo que hizo que el incendio se apagará.

Rick se puso a prueba con su poder, recordó algunas lecciones que le ofreció Lirfo. Tenía que mantener la energía en un punto concreto…

<< ¿Qué mejor punto concreto qué todo el cielo?>>

Alzó la vista al enorme y tenebroso cielo, cerró los ojos y se dejó llevar en expulsar aquella fuerza en su interior. Una gota de agua cayó a la mejilla de éste, empezó a llover; él seguía concentrado hasta percibió aquel escalofrío que le recorrió de los pies a la cabeza, lo que provocó que se erizaran el bello de la piel.

De repente, sintió como gran parte de su energía era expulsada al exterior. Notó que su alma se convertía en uno, su alma junto al espíritu del rayo se fusionaba, aquella sensación extraña desaparecía y todo volvió a ser normal.

Al abrir los ojos, observando el cielo, se fijó en aquellos rayos que iluminaban el cielo, parecía que le susurraban, ofreciéndole la lealtad ante él. Decidido y de nuevo, con aquella sonrisa picarona, empezó a caminar hacia Ashtad, lentamente, jugando entre miradas. Ésta le devolvió la sonrisa, corrió hacia él, olvidándose de Jack; y atacó con su diminuto artefacto pero para su sorpresa un feroz relámpago cayó sobre aquella arma haciendo que quedara carbonizada. Ashtad dio un salto mediante en forma de una rueda, aprovechó con el pie para darle una patada a Rick pero antes que pudiera, sus pies se habían congelado.

           -  Hermanita, nunca des la espalda a tu verdadero enemigo.- la guiñó el ojo Nubila

-          ¡Arg! Odio que no salgan bien los planes.- gruño Ashtad mientras se deshacía del hielo incrustado en su piernas.- Tú, Nubila.- la señalo con el dedo de forma amenazante.- Nuestra batalla no acaba aquí, prometo volver y cuándo lo haga tendré mayor poder que tú y…-dedicó unos cuantos minutos para mirar a los amigos de Nubila.- también traeré refuerzos…

-          Si, si… Lo que tú digas hermanita.- comentó Nubila con un tono burlón.

Ashtad hizo una reverencia antes de desaparecer entre las llamas. Jack intentó detenerla, pero aquel intento fue en vano.

Jack se encontraba fatigado, no sabía como pero acabo más cansado de lo normal, ¿se estaría volviendo viejo?; en cambio, Nubila calló de rodillas contra el suelo y Rick seguía atónico a su increíble poder, por algunos segundos pensó que estaba loco pero al final resultó que no era el único. Se dejó caer de culo al suelo, agotado por haber malgastado tanta energía, de nuevo cerró los ojos, le agradaba que la brisa choque contra su cara; cada gota de lluvia recordaba que ya era libre, ya sabía casi todo… Todos esos misterios iban desapareciendo, ya no era el inquilino en este nuevo mundo… Ya pertenecía a Kiria.

Por fin ya recobraba sentido su vida, su verdadero hogar, sin duda alguna, donde se crió de pequeño fue aquí, en Kiria, en Widox… Recordaba aquellas tardes jugando con su hermano, los días de entrenamiento junto a Cauque el gran árbol, también se acordó de la pequeña Gafny, cuándo nació la pequeña fauno la eligieron como portadora de la invocación del Pequium de los cielos, la madre de Rick siempre la cuidaba y la cantaba aquellas dulces nanas… Por eso la resultaba familiar, él mismo fue testigo de su nacimiento; pero lo que aun lo que dejaba de entender es su mudanza hacia la tierra, hacía décadas del pasado…

Pero, de repente sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito, un grito de Leiya… Rick se levantó de golpe, observó a sus compañeros tirados en el suelo, al parecer esa Pertigión, antes de irse, había formulado un hechizo de sueño, al ver a Jack dormir- aunque esto no era nada nuevo, a Jack siempre le gusto relajarse y dormir al intemperie- y a Nubila se extrañó un poco.

-          Rick, ve tú.- oyó una voz que provenía en su cabeza…- Te necesitan...

Sin pensarlo dos veces, arrebató la espada a Jack y se dirigió hacia el templo corriendo. 

*          *          *

Tardó más de lo normal en llegar, pareció haber pasado horas…. Fue un viaje agotador, la respuesta más eficaz sería que el hechizo de Ashtad estaba surgiendo efecto en Rick. Nada más encontrarse en aquel lugar, se fijó en como Becker sostenía una escopeta, apuntando a Gafny.

-          - ¡Detente Becker!- gritó Rick interponiéndose entre ambos.

-          - ¡¿Ahora soy Becker y no sheriff?!... ¡Buah, da igual! ¡Apártate Rick... es un impostor!

Leiya estaba junto al cuerpo de Toby, quién se hallaba tumbado en el suelo lleno de moratones.

<< ¿¡Toby!?>>

Al otro lado apareció otra figura, otra Gafny. Rápidamente las dudas se surgieron. Había exactamente dos faunas una se encontraba a espaldas de Rick, la otra justo enfrente y una era el impostor. La cuestión es si creer a Becker, podría ser que el sheriff fuera un traidor como Marcus y que solo quiere librarse de Gafny. Nada estaba claro, todo era tan confuso.

-           - ¿Dos Gafny?- preguntó Rick

-           - ¡Una es la impostora!- le advirtió Becker sin dejar de apuntarle con aquella arma a la fauna que se hallaba justo en frente.

El fauno que tenía detrás Rick, empezó hablar.

-          - ¡Rick soy yo! ¡La verdadera fauna!

-          - ¡NO RICK! ¡Créeme ella es la falsa Gafny!- intervino la otra fauna del frente.

Aquella confusión era odiosa, uno de esas dos faunas era una farsante, ¿pero quién? Y justo, cuando dio todo por imposible, una de las Gafny, la que tenía justo en frente empezó a tararear una bella canción, una nana… Aquella nana era la que cantaba Thunder, su madre.

-          - Entonces, tú, tú eres la farsante.- la señaló con el dedo a la Gafny que se hallaba a sus espaldas.

Pero aquella Gafny cambiaba de forma, aquella forma era más alta, con facetas de vejez… Rick abrió los ojos al verle, era imposible lo que sus ojos estaban observando. Aquel señor corrió hacia la verdadera fauna, la cogió del cuello y la degolló provocándola la muerte.

           - ¡Él! ¡Él dejó a Toby en este estado!- subió la voz Leiya quien permanecía junto a Toby.

No podía ser verdad, para Rick esto era una pesadilla. Él no podía haber matado a Gafny, ¿y haberle hecho eso a Toby? Tenía mal genio… pero no para dar una buena paliza a un niño.

Aquel individuo desapareció y volvió aparecer junto a Leiya, la atrapó con sus sucias manos impidiéndola casi respirar. La pequeña niña forcejeaba para salir de sus garras pero era inútil, él era más fuerte.

-           - ¡Rick aléjate de ahí!- le ordenó Becker.- Voy a matarle… ¡Rick!

Pero Rick no reaccionó, seguía perplejo observando al verdadero malo de esta historia. Aquel hombre misterioso sonrió a Rick, jamás le vio sonreír pero era la misma sonrisa de Rick.

-          -  ¿Te sorprende verme, joven Redfrod? Jajajajaja. Como siempre fuiste un inútil, Rick…- Aquel tono de burla irritó a Rick, era fastidioso de cómo se burlaba de él.- Bueno, es hora que me vaya… Tranquilo Rick, nos volveremos a ver.

Éste seguía patidifuso, escuchaba lo que le decía, oía los gritos de Becker quién no se atrevía a disparar si Rick estuviera delante… Pero todo fue tan rápido que aquel individuo desapareció por el mismo fuego de Ashtad… Eran aliados, lo peor de todo fue que se llevó a Leiya consigo, la habían raptado.

-         -  ¡¿Rick por qué no me dejaste acabar con él?!- El sheriff exigió una respuesta, aquel hombre había matado a Gafny, ella era como una hermana para él.- Rick… ¿Quién era?

-          Él… Él fue quién me llamó para que viniera.- dijo desconcertado, hablando para sí mismo.

Toda su vida volvió a caerse, pensaba que ya nada malo podía pasar. Se había encontrado con su hermano perdido, había conocido a grandes chicos, pero lo peor, fue verle de modo en el que uno no desearía, reencontrarse como su enemigo. Antes de contestar, suspiro, aquel suspiro fue profundo, con ansias a llorar pero aguantó.

-          - Aquel hombre… Es un viejo conocido, no... No podía dejar que le matarás…