Capítulo 24: El baile 

Llegaron a aquel aposento. Shiva se asomó en una de las ventanillas de aquel lujoso coche. Observo aquel palacio o mansión, tan grande y glamuroso; parecía estar echo de hielo. un patio pequeño comparado con la casa, pero seguía siendo elegante con aquella nieve. Un pequeño escalofrió sintió cuando recién se paró el automóvil. Cuando quiso darse cuenta ni Kristal ni Derek estaban presentes en el interior. Una mano cogió del brazo de Shiva y la llevo a fuera de la limusina.

-          ¿Nerviosa?- preguntó Kristal

-          Un poco…- suspiro- Es la primera vez que me infiltro en un sitio sin ser invitada…

-          Para mi es la primera vez que me cuelo en un sitio sin que vaya a robar… -empezó a reír, quería animar a Shiva pero no lo consiguió.

-          Chicas, primera cosa. Hemos venido aquí para sabotear sus planes y llevarnos todo sus armamentos. Segunda, estaros menos tensas, ¡que vamos a bailar! Jajaja y tercera y no menos importante… -hizo una pausa, siguió andando hacia la puerta principal acompañado por ambas chicas.- Este hombre se llama Garson. Es compañero… de Marcus… es un aliado del mal. Por lo tanto podéis sacar información para vuestro beneficio.- llamo a la puerta.

La puerta se abrió de par en par, dejando ver lo que había en su interior. Una vez dentro se fijaron en los decorativos, casi todo estaba bañado de oro o de plata. En los tejados, colgando, asomaba varias lámparas arañas. En el suelo, una gran alfombra roja. Todo era tan bonito, que Kristal no pudo contenerse en tocar los valiosos jarrones.

-          Kristal... Deja eso, otro día vienes y te lo llevas. ¡Pero hoy no pelo chicle!- comentó Derek

-          ¿P-pelo chicle? ¿¡Cómo lo has… Te lo ha dicho Rick!?- gruñó.

La ignoraron. Siguieron hacia delante. Ya por fin se hallaron delante de una puerta de color mármol, con varios diamantes incrustados. El chico de cabellos rubios suspiro, y empezó abrir la puerta.

Millones de miradas los observaban como bajaban de aquellas largas y enormes escaleras. Varios viejos morbosos babeaban al ver las chicas. Ambas chicas cogieron del brazo de Derek, este se acercó a Kristal y la susurro:

-          Aquel hombre barrigudo, el de la media calva y con ojo de almendras. Ese es nuestro hombre… Encárgate de ligártelo.

-          ¿¡Yo!? ¿¡Porqué!? ¡Me niego! –refunfuño Kristal

-          Shiva se encargara de buscar los planos de este edificio. Además, no me gustaría ver a mi hermana ligar con un cuarentón… Me hace más gracia que lo haga una chica como tú.

-          Me las pagarás- dijo entre dientes

-          ¿Una cena a la luz de la luna?- Kristal le golpeo disimuladamente, con su codo hacia la cadera de este.

*        *          *

Todo los pasillos con las luces apagadas, se podía oír como caían las gotas de los grifos de los baños. En una sola sala acechaba la luz y varios llantos de un niño.

-          ¡YO QUIERO IR! –reclamaba Toby mientras hinchaba las mejillas.

-          Rick… ¿estás seguro que podemos coger estos trajes? ¿¡Y CÓMO SABES QUE AQUÍ HABIA MÁS SMOKING!?

-           Toby, tu aquí vigilando al cuerpo de Lirfo y jugando con Leiya. Y Silker… Cuando cogí la moto prestada estuve investigando este sitio y encontré todo esto.

-          A veces me sorprendes… -concluyo Silker- ¿¡M-moto prestada!? ¡MEJOR DICHO ROBADA!

-          ¿¡Y Jack puede ir y yo no!? – seguía contestando Toby.

-          ¡Jack es mayorcito! ¡Los pequeños deben irse a dormir ahora!

-          ¡Si son las 17:00! ¡Me niego!- siguió quejándose.

Empezaron a pegarse, a tirarse de los pelos. Mientras Jack aparecía por el cuarto con ojos adormecidos.

-          ¿Qué es todo este ruido?- bostezaba. Silker le explico todo, sobre el baile y sobre el motivo de por qué van a ir.- ¿¡Qué!? ¡Me niego! Los bailes son aburridos, prefiero dormir. Además los bailes son cosas de ricos y de idiotas. Que valla Toby en mi lugar.

-           ¡NOO! Un baile no es una guardería- protestó Rick- Está bien… Jack. ¡Te quedas en cargo de los niños!- ordeno con una sonrisa- Silker, vayámonos.

-          Rick… ¿Se puede saber con qué nos moveremos en la nieve?

-          Estuve aprendiendo la tecnología avanzada de Kiria… Así que... ¡Iremos en una moto!

-          ¡NO! ¡Más motos no!

*      *      *

Aquel hombre barrigudo empezó a saludar a sus queridos invitados. No se dio cuenta que Derek y las chicas eran unos simples impostores, no se dio cuenta ya que estaba embobado en aquellas hermosas muchachas.

-          Es un agrado teneros aquí presente.- hizo una referencia- Encantados de conoceros damiselas.- Empezó a besuquear las manos de estas.

-          Sí... todo un placer… -Comento irónicamente Kristal mientras apartaba la mano bruscamente de los labios de Garson

-          Um. No os he presentado. Mi señor, esa chica de pelo rosa se llama Kristal, a la que quieren que la saquen a bailar un hombre tan apuesto como usted. Y la chica de cabellos rubios es mi querida Shiva, es mi comprometida.- Kristal piso disimuladamente a Derek haciendo que este emitiera un ligero << ¡Ay! >>

Garson, sin esperar un minuto más, paso su brazo por las caderas de Kristal y la echó hacia la pista de baile. Derek le lanzo una señal a Shiva, esta empezó a caminar hacia una de las salidas pero se detuvo momentáneamente. Miró hacia donde se encontraba su hermano.

-          ¿Qué pasa?- vocalizó.

Ella, con un ligero movimiento de cabeza señalo hacia la puerta donde hace un par de minutos ellos acaban de entrar. Derek miro con disimulo a la gran entrada, y se sorprendió a lo que vio. Dos verdaderos idiotas vestidos elegantemente, uno de ellos Rick, llevaba la chaqueta del smoking abierta y con el cuello levantado; Silker iba algo más arreglado que el idiota número uno.

A Shiva se le escapo una ligera sonrisa al verlos bajar por las escaleras. De inmediato, Rick se encontraba delante de ella.

-          Te favorece el color rojo.- La halagó- Te sacaría a la pista… pero no se bailar un vals…

-          ¿¡Que hacéis aquí!?- les gruño Derek que rápidamente se encontraban junto a ellos.- Bueno da igual, cambio de planes. Rick, tú acompañaras a Shiva… Silker… ¿Silker?

*         *           *

Kristal estaba incomoda, aquel hombre penoso no paraba de meterla mano. Se estaba hartando… La próxima vez que la toque el culo le reventaba aquella barriga. Sin duda, tenías ganas de ver sangre y de matar al idiota de Derek.

-          ¿Te lo estás pasando bien, hermosa?- No contesto, se limitó a sacar su mayor sonrisa forzada.

Garson, noto unos ligeros golpecitos en su hombro, se giró descaradamente y malhumorado.

-          ¿¡No veis que estoy con una mujer!? – Gruñó

-          Perdone.- <<¡Silker! ¡Mi salvación!>> Se dijo Kristal.- Solo queria sacar a bailar aquella muchacha, ya que veo que se aburre con alguien como tú.- Cogio el brazo de Kristal y se la llevo rapidamente.

-          G-gracias… Te debo una… -intento romper el silencio.

-          No me la debes… Odiaba ver como ese babeaba al verte…

-          ¿Eso quiere decir algo?


-          … - medito en una respuesta correcta. Sin duda aquellos ojos verdosos le decía que es el momento en el que se declarara. Cogió aire y… - Kristal… Hace tiempo quería decirte que siempre te tengo en mi cabe…


-          ¡Eh chicos! Anda Kristal… Tú deberías estar ligando a Garson… -apareció Derek justo en el momento inadecuado-


-          Y tú vas a estar muerto gracias a mis manos- dijo sin escrúpulos- ¿Decías Silker?


-          … Déjalo… no le des importancia.

*       *       *

Shiva y Rick se quedaron solos. Observando aquella multitud que reían, comían o bailaban en aquella sala. En sí, ambos estaban algo incomodos o mejor, cortados. Pero como siempre, aquel chico que odia el silencio tenía que intervenir para poner el plan adelante.

-           ¿N-nos ponemos en marcha?- preguntó.

Shiva se limitó a asentir. Un ligero escalofrió le recorrió por toda su espalda, sus manos calientes, notando el tacto de la mano de Rick, al que la había cogido la mano.

Este le saco a la pista de baile, no sabía bailar ya que tropezaba varias veces, eso hizo que sacara una sonrisa Shiva.

-          ¡Hey! Eso es lo que quiero ver, una sonrisa.

-          Es-estoy nerviosa… Tengo m-miedo de que salga mal…

-          Tranquila. Siempre estaré a tu lado… como apoyo.

<< ¿Apoyo? ¡Dije eso!>> ¿Solo la veía como una compañera? Se arrepintió decir aquello.

Shiva… Su sonrisa era bonita, tímida y con esperanzas a seguir adelante. Aquellos ojos morados, hipnotizaban. Su pelo largo y lacio de aquel color oro… Aquella muchacha, sin duda es una de las primeras chicas que siente algo por ella.

Su vida en Ocab era simple, machacado por su abuelo y su padre. Siendo uno de los mayores deportistas del mundo, aunque él no quería eso. No quería fama. ¿Pero que quería él? Nunca tuvo respuestas. Su nueva vida en Kiria dio un giro de 360 grados. Luchando, arriesgando vidas, ver muertes, conocer nuevas amistades... y acaso enamorarse.

-          ¿Rick? ¿Estás aquí?- ríe la chica- Vamos, ya nadie nos mira.

Siguió agarrando la mano de Shiva. No quería soltarla es como si fuera un hilo de la vida, si se sueltan se rompería todo.

Pasaron por una puerta de madera, chirrió al cerrarse. Todo el pasillo estaba oscuro. Shiva se soltó de Rick. Él siguió mirando sus manos frías y delicadas. Shiva coloco las manos en forma de cuenco. Empezó a susurras palabras, palabras que Rick no entendía. De nuevo callo y se hizo el silencio. En un acto seguido Shiva abrió rápidamente los ojos y se formó una esfera de luz sobre sus manos. Bajo estas lentamente y la esfera de luz seguía flotando.

-          Sigamos.- sonrió

-          ¿Q-que eran esas palabras?

-          El idioma perdido.-hizo una pausa- Los Ritros era más o menos como una colonia, teníamos nuestro propia idioma y nuestra propia magia…

-          P-perdón... Te recordé el pasado. Sé lo que duele.- miro hacia adelante y empezó a caminar.

-          Rick.-suspira- Verás. El poder del rayo es un clan… un clan oculto y extinguido. ¿Ya sabes controlar tus poderes?

-          Jajaja… No- se ríe. La situación es incomoda, y para tranquilizarte se limita a reír.

-          Prometo revivir a Lirfo. Aunque me venga mi vida en ello. Y él podrá enseñarte a ti y a Kristal el arte de la magia negra.

-          … No lo hagas. Haber, sigo pensando que sacrificarte por otros es de perdedor… Es mejor vivir. Yo jam.as me sacrificaría por alguien, aunque suene egoísta.

-          Rick, ¿nunca te has enamorado? ¿No quieres tanto a una persona que darías todo por ella? ¿O por tus amigos? ¿O tu hermano?- Aquella actitud de Rick hizo que Shiva se sorprendiera. Él tenía que aprender mucho sobre este mundo.

-          ¿Para qué? Tarde o temprano todos te fallan y te dejan solo.- contesto bordemente. Aquel cuestionario de Shiva le harto.

Siguió caminando hasta encontrarse con la primera puerta y entro descaradamente. Quería huir de aquella situación. Empezó a toquetear todo lo que le rodeaba, libros, boligrafos, hasta papeles. Empezó a ojearlos, se aburrió. Los dejo sobre una mesilla donde se encontraba un libro, lo sostenió y cayo de él unas cuantas hojas. Se agacho a recogerlas y no pudo contenerse a leerlas:

Ya han pasado siglos desde aquel ocurrido. El asesinato de la madre de los cielos fue una equivocación.

Mi señor, nosotros teníamos que habernos encargado del legado del rayo… Pero esta vez, prometemos no fallar. Conseguiremos cada poder de cada clan, incluidos el poder de los Ritros y el de los cielos.

He llegado a la conclusión que la princesa estelar se encuentra en el bando de los rebeldes junto con el experimento Z.

Pronto, dentro de 2 meses; Greydorm estará a nuestro servicio. La oscuridad se acerca a Kiria. Y nosotros seremos sus reyes.

-          ¿Rick que haces?- intervino Shiva.

Rick dejo los papeles a un lado, se acercó a Shiva y apoyó sus manos sobre sus hombros.

-          Shiva… ¿Quién es verdaderamente la oscuridad?

La chica de ojos morados calló. La pregunta le impactó, cada día estaba más cerca a contarle toda la verdad a Rick. Más sabiendo que él es el destino de Kiria.

Se alejó de él, y empezó a rebuscar por las estanterías.

-          Rick, la oscuridad es un terrible monstruo que acecha toda Kiria. Va destruyendo todo a su paso. Eso era antiguamente. Ahora esta sellado en la esfera de cristal… Nadie sabe su paradero, pero lo más seguro… que Marcus lo sepa.

-          ¿Entonces esta secta no es la oscuridad? ¿¡Y quien es Greydo….!?- un libro impacto sobre su cara.

Shiva, esta misma se lo tiro. Su cara estaba pálida, más que antes. Sus ojos… aquella expresión decía que tenía miedo.

-          Ni se te ocurra decir ese nombre. Está prohibido. Dice que si lo nombras caerá una maldición en el lugar donde lo dijiste, y a la persona… y como castigo la muerte.

-          ¡Ayy….!- exclamo minutos después- ¿Pero por qué? ¿Ese es la oscuridad? No entiendo… si se llama así… por qué no puedo nombrarlo, si supuestamente esta sellado es una esfera, ¿no? ¿Y entonces Marcus u sus “amigos” no son la oscuridad?

-          No.- suspira. Eran tantas preguntas para tal poco tiempo- En resumen, Marcus y sus esbirros es una secta que quieren liberar al dios del caos. Aquel cuyo nombre es innombrable. Pero si dices sus nombres es como un conjuro que hace que le liberes escasos minutos… donde su cometido será arrasar y provocar más muerte.- cada palabra que decía, una lágrima desbordaba.

Rick se acercó a ella, aproximo su dedo hacia su ojo y delicadamente le quito la lágrima. Después de esto le regalo su mejor sonrisa. Shiva se giró mirando a la estantería.

Se mordió la yema del dedo pulgar haciendo que empezara a brotar sangre. Con su propia sangre empezó a dibujar sobre la estantería y sobre los libros un circulo y en su interior una “X” con cuatro círculos más pequeños. Se volvió de alejar y de nuevo formulo algunas palabras en clave.

Cada susurro hacia que el círculo empezara a brillar de un color amarillento. Al cabo de un minuto el interior del círculo cambio. La “X” ya no estaba, si no se encontraba una estrella de seis puntas; los círculos se convirtieron en manchas de sangre que se aproximaban al interior de la estrella, como si la estuvieran pintando.

Rick se quedó sin habla, aun no se acostumbraba a la vida de la magia. Ni se imaginaba que Shiva tuviera tal poder.

De repente, unos planos salieron de la estantería y acabaron en las manos de Shiva.

-          Ya está, lo tenemos.- dijo con una voz cansada.

-          ¡Guau! Me quito el sombrero.

-          R-Rick… -empezó a tambalearse- N-no puedo… So-sostenerme…

Rick corrió hacia ella y la sostuvo, la cogió el brazo y se lo paso por detrás de su cuello. Había gastado demasiada energía.

-          Será mejor que nos vayamos… Pronto se darán cuenta que estuvimos… aquí- concluyó Shiva.

-          ¿Cómo?

-          L-la magia es como la huella dactilar… Si utilizas magia dejas una señal… Algunas personas o razas son capaces de ver magia de otras personas…. Como el rastro.

-          Shiva estas empeorando… Vayámonos.

*        *          *

Cada minuto era un infierno. Kristal no paraba de golpear el tacón contra el suelo, sin duda estaba inquieta.

Derek aprovecho a acercarse hacia Silker viendo que Kristal estaba distraída o mejor, preocupada por los otros.

-          No te dejaré tan fácil la vía hacia Kristal. Yo estaré en medio- le susurro a Silker

-          Así será más divertido- sonrió- Además, a Kristal ya no le interesas.

-          Decidido- dijo mientras se reía levemente- Seremos rivales.

-          Lo que quieras. Pero sigo pensando que yo tengo más oportunidades que tú.

-          ¿Seguro? Silker yo sé lo que paso hace un par de años… ¿Se lo contaste ya?

-          … Si- hizo una pausa mientras su mirada se desviaba hacia Kristal- Ya lo sabe.

Kristal seguía empanada, quería salir de ese lugar. Ver a esos aristocráticos, le ponía enferma. De repente, noto un golpecito en su trasero. Se puso rojo y nerviosa, más un toque de furiosa. Se giró rápidamente y dio una patada a aquel que le había tocado el culo. Así, viendo como Garson salía disparado contra la mesa llena de comida.

-          ¡Serás un viejo verde! ¡Ven aquí! ¡Te vas enterar! ¡Voy a arrancarte los huevos y los hare picadillo!

-          ¡¡KRISTAL TRANQUILIZATE!!- la retenían Silker y Derek.

Varios guardias les rodearon, todos con armas; dos de ellos se acercaron a Garson y le levantaron.

-          Maldita furcia- escupió- … ¡Por cierto! Ahora que lo pienso… Yo... a vosotros no os conozco.

-          Mierda- exclamo Derek- Hagamos el plan H.C.R – susurro

-          ¿En qué consiste?- pregunto Silker.

-          Huir como ratas

Un “ligero golpe” noto sobre su cabeza, y en un par de segundos se le asomo un enorme chichón.

-          ¿¡ERES IDIOTA!?- gritó Kristal mientras se soplaba su mano que estaba roja.

-          Es verdad- concluyó al fin- Garson… ¡A MI ME CONOCES! ¡Estos dos son los impostores! ¡Recuerda fuimos juntos de copas y de put…! – no acabo, de nuevo le salió otro chichón.

-          Arg- frunció el ceño Kristal- No sé cómo me pudiste gustar…

-          ¡Soldados, arrestarles y llevarle a los calabozos y que se pudran congelados!- ordenó Garson.

Los soldados se aproximaban hacia aquello tres. Estaban perdidos, ninguno tenía ninguna arma. Sin duda, se preocuparan en el método de cómo salir con vida.