Capitulo 5: Curiosa enfermedad (Parte 2)


-Mierda, ese cristal esta echo de Sufilio.-susurro Silker.

- Eso quiere decir...

- ¡Ese mineral es casi mortal para el clan Ritro!

-¡Shh! Baja la voz o nos pillan... ¿y qué hacemos?

-Yo me encargo de los airren, tu intenta destrozar ese cristal con esto.- le da una mini espada.

- ¿Te estás riendo de mi? Porque a mi no me hace gra...

-¡ Cállate! Dale al botón de ahí, y se convierte en una de tamaña como la de Rick, es ligera, y sobre todo es la mejor arma de los ladrones...

- Eso ya cambia la cosa.- sonríe.- ¿Y cómo que yo no sabía tu existencia preciosidad?.-le dijo a su espada

- Solo se hicieron 3, y yo conseguí una. Bueno, manos a la obra. ¿Qué pasa?.- se extraño este.

Los dos miraron la base y empezaba a flotar, se metieron corriendo. Los airren los miraron con desprecio. Silker se levantó y cogió una flecha, empezó a disparar a todo el mecanismo de aquella base.

-¡Corre! ¡Saca a Shiva de ahí!.- grito el arquero.

Kristal asintió, fue corriendo haca el cristal pero se encontró con dos de los enemigos.

-¿Me dejáis pasar gusanos?.- se burlo la pelo chicle.

Los monstruos se enojaron cada vez más, a los que llevaban los jinetes se le caía la baba, y eso le daba mucho asco a Kristal. Los monstruos corrieron hacia ella, la iban atacar

- Vamos preciosa, demuéstrame la fuerza que tienes.- dijo

Cogió la espada con la mano izquierda, se la apoyo sobre su hombro. Esperaba a un momento exacto para atacarles y ya lo tenia.

Los monstruos ya estaban al lado suya, se agacha, corre con la espada y hace una forma de "X". Frena esta por delante, ellos atrás de espaldas. Kristal se pone recta, apoya su espada en el suelo, y se ve por atrás como caen aquellos monstruos.

Ya estaba enfrente de aquel cristal, solo por estar al lado notaba la fuerza que tenia, era increíble. Volvió a coger la espada, esta vez la agarro con las dos manos, y se dispuso a golpear.

El cristal tenia una capa de protección, lo que había golpeado la muchacha era la capa, y al golpearlo, reboto y cayó al suelo. Era casi imposible romperlo.

Se detuvo, miro para atrás veía como Silker hacia arder a cada uno de aquellas bestias. Lo malo que cada vez aumentaban el número de enemigos. La cosa se ponía seria. Ya lo daba por perdido. Hasta que oyó una voz.

-¡Eooo! ¡Pelo chicle! ¡Arriba!

Aquella voz era familiar para Kristal. Alzo la vista al cielo ya anocheciendo, y observo como Heldika descendía hacia la base que flotaba, y en sus lomos se encontraba Rick y Lirfo. Por más que odiase al chico, sonrió por una vez al verle.

-¿Me echabas de menos pelo chicle?.- con un tono burlón.

-¿¡Quiéres morir!? ... No se como puedo decir eso... pero me alegro que lleguéis a tiempo.

Rick la sonrió. Lirfo caminaba hacia el cristal. Coloco su dedo índice y le salio una luz amarilla. Después de eso la capa se rompió y cayó al suelo. El elfo miraba a Kristal.

-Déjame a mi.- contesto el elfo de orejas puntiagudas.

Toco el cristal y volvió aparecer esa luz verde.

-¡Ya lo tengo!.- exclamó.- Golpea donde yo toque, ¿entendido?

- ¡Si! ¡Vamos!.- se animo Kristal.

-¡Syrfocus!.- grito Lirfo mientras ponía su mano en el cristal

Hizo un conjuro de fuego, el cristal se quemo por un lado, en especial un punto concreto. Rick oyó aquel conjuro, le sonaba familiar... Kristal rápidamente golpea aquel punto destruyendo el cristal. El cuerpo de Shiva cayó pero antes de caer el suelo, Lirfo la cogió. Estaba inconsciente.

-Voy ayudar a Silker.- comento Rick


-No, será mejor que nos vayamos ya, cada vez son más. Parece que hubiera una máquina que genera aquellas abominaciones, nunca se acaban.- Explico fríamente Kristal


Silker observa la situación, observo que ya tenían a Shiva, eso le aliviaba. Este hizo un gesto a Kristal y pudo entenderlo.
-¡Lirfo coloca el cuerpo de Shiva a lomos de Heldika, rápido! ¡Cuando diga ya, saltar lo más lejos posible!.- grito esta

-¿Pero.. qué pasa?.- pregunto Rick, algo confuso

El elfo obedeció sus órdenes. Heldika empezó a volar. Silker apuntaba su ultima flecha de fuego hacia una maquina. Apunto, y disparo.

-¡Saltar!.- volvió a gritar Kristal


¡Pum! Se oyó, la base había explotado. Todos estaban por los aires, la explosión hizo que nuestros amigos cayeran con un golpe mas doloroso.

- Agg... ¿ Estáis todos bien?.- consulto Silker.

-Si... Pero ya te vale... Esto se avisa... Dios que dolor... ¡No podré sentarme en una semana!- se quejo Rick


- Deja de quejarte gusano... Agg- le regaño Kristal

                                                                      *             *              *

Ya shiva volvía estar en el hospital, algo más débil que antes. Rick y Lirfo ayudaban a los heridos, mientras Silker y Kristal, estaban en el balcón de aquel hospital. Kristal se acercó a Silker, este observaba las estrellas.

- Son bonitas, las estrellas.- comento Kristal


- Si... bueno... se que estas sacando tema, y lo único que quieres es saber la verdadera enfermedad de Shiva, ¿no es así?

-Me pillaste.. Jajaja. ¿Y me la vas a contar, si o no?

-Si,te explico. Cuando Shiva nació, era sana, pero débil. Le costo mucho andar, apenas podía respirar por si sola, tenia una enfermedad desconocida. Nadie sabía de que trataba, su madre, la grandiosa maga blanca, utilizo todos sus poderes para ayudarla. Le hizo efecto, pero tuvo consecuencias... La madre falleció. Shiva puede aguantar en pie, respirar, correr, sonreír, gracias a la energía que le trasmitió su madre. Lo malo que aquella enfermedad la tiene, no es contagiosa... Pero...

-¿Pero?

-Puede morir en cualquier momento...

Kristal puso los ojos en blancos, se sorprendió  demasiado. Nunca imaginaba, que aquella chica... pudiera morir.

-¿Y la flor esa curativa?

-No existe, se lo invento lirfo para ayudarme, ella no quiere que lo sepa nadie... si no la tomarían por débil.- sonríe


-¡No sé que vez de bonito esto! ¡La chica puede morir en cualquier momento! ¡Tampoco lo entiendo! ¿Cómo podéis arriesgar la vida de ella, esta lejos de los suyos? ¡Puede morir en cualquier momento!-se puso estérica


-Tranquila.- se oyó una voz débil, era Shiva.- Me encuentro bien, de verdad.

-Ve a la cama y descansa.- comento Silker


Shiva negó la cabeza

-No hace falta, tenemos que irnos para acabar con esto rápido...

-¿ Por qué? ... No lo entiendo, estas enferma... Te has alejado de tu familia, y solo quieres acabar con él... ¿la oscuridad?

- Tampoco necesito que me entiendan... Kristal, lo único que quiero es que se establezca la paz de nuevo, antes que apareciera aquel...- susurro.- Por favor... de esta enfermedad... No se lo digáis a Rick...

-¿Rick? ¿Ese payaso? ¿Porqué? Osea.. ¿Por qué debería saberlo? .- lo dijo con asco

-Se que se preocuparía, tu le ves con otros ojos, por eso te parece desagradable, y no se por qué.- explico Shiva.- Mis ojos y los de los demás, pueden observar... que es un chico bueno, no tiene familia, ni hogar, lo único que buscar es huir del pasado.

- ¡Basta ya! .- intervino Silker .- Shiva, vete a la cama, y tú Kristal, ve a fuera.- ordeno.

Le hicieron caso, pero les interrumpió Rick. Llamo a la puerta y la abrió antes que pudieran contestar. Venia con una enorme sonrisa a la cara, y lirfo le acompañaba. Rick le sujetaba con un brazo que le rodeaba al cuello, el pobre estaba apunto de caerse al suelo.

-¡Chicos! ¡Buenas noticias! Lirfo se une al equipo.- comento él entre sonrisas.

- ¡¿Qué, qué, qué?! ¿Quién ha dicho eso?.-  explico Lirfo


-Anda orejas puntiagudas, si me lo as dicho antes.- le despeinada con la mano.

-¡Qué nunca he dicho eso!

Shiva los contemplaba, le hacia gracia esa escena, se llevo una mano a la boca y se rió. Silker de dio cuenta que Shiva se reía, eso le hacia feliz. Aunque Kristal aun tenia mala cara.

-Anda, únete...- le suplico Rick

- ¿Pero... por qué? Tan solo soy un elfo desagradable...

-¡Qué vas hacer desagradable!.- se unió a la conversación Shiva.- Además quiero que estés en mi grupo, ¿qué te parece?

-No vas a rechazar la oferta de una señorita, eeh ¿verdad? .- dijo Rick.- Por cierto toma.-Le dio el libro que encontró.- Para mi no será de mucha utilidad, pero para ti si, ya que sabes hacer esas cosas.. osea magia, jaja.

-¡Este es el gran libro de los hechizos! ¿Dónde lo encontraste?.- pregunto sorprendido.

-Buah, le encontré en el armario de mi viejo abuelo, había un diario y se borro, y había esa palabra... Mmm ese hechizo de fuego que dijisteis antes, pues ese...- se entristeció.- Jajaja, me acuerdo que quise pronunciar aquella palabra y el viejo me tiro el bastón a la cara...- se animo un poco.

- Me haré fan de tu abuelo.- comento Kristal.- Bueno, que lirfo, ¿te unes a nosotros?

Lirfo sonrió, y asiente con la cabeza. Ya había otro más el grupo.

                                                                   *                 *                      *                  

Estaba oscuro, parecía estar dentro de un palacio. Apenas había luz, alguien se acercaba, no se veía bien, estaba oscuro, no se podía describir el rostro. Empezó hablar

-Mi señor, los airren han fracasado...- aclaro aquella sombra .- ¿Pasamos al siguiente plan?

-Malditos airren .- resonó una voz grave.- Has lo que quiera, pero quiero tener a esa Ritro en mi poder, ¡¿lo entiendes?!

-Claro mi señor, pero... nos estorba aquel, el que dice que es hijo de Arthur Redfrod.

-Ocuparos de él, matadle si es necesario, su padre tampoco era tan fuerte, dudo que él lo sea.- gruño

-Vale mi señor, con vuestro permiso, empezaré el segundo plan... Por cierto, ¿ qué hacemos con los airren?

- Creo que mi mascota tiene hambre, ¿no mi pequeña?

Empezó a temblar la sala. Se oían unos rugidos, después gritos, la sala se lleno con manchas de sangres. Apareció aquel monstruo de 3 cabezas, le salia sangre por la boca, todo su cuerpo estaba llena de sangre.

-¿Ya te los comisteis? Muy bien, Cerberus. Pronto podrás comerte un Redfrod, te lo prometo.- pronuncio la voz grave y empezó a reír.